La mano de Fátima (también llamada Hamsa) es un símbolo de protección que ayuda a alejar las malas vibras, pero también es un poderoso talismán que atrae la buena fortuna, esto dependerá del sentido en el que se encuentre la mano.
Hay muchas leyendas respecto a su origen, una de ellas dice que una noche mientras Fátima preparaba la cena, su esposo llevó a casa a una nueva mujer más joven que ella; llena de ira y celos, Fátima fue a la cocina y metió la mano dentro de un cazo de agua hirviendo, su marido al verla le retiró la mano del cazo y se fue con la otra mujer, Fátima abnegada calló y sufrió en silencio, cuando él se dio cuenta del daño que le había causado, optó por alejarse de la joven mujer y permanecer con su esposa; desde entonces la mano es símbolo de paciencia y fidelidad. Otra versión dice que cuando el marido de Fátima fue a batalla ella lo bendijo poniendo su mano sobre su frente y cuando él volvió sin un rasguño se le atribuyó esa suerte a la bendición que ella le había dado, es por eso que también es un símbolo de protección. Realmente no se sabe con certeza cuál es la historia verdadera así que se le han otorgado ambos significados dependiendo de la posición en la que se use.
Con los dedos hacia arriba, la mano de Fátima ayuda a proteger de mal de ojo, la envidia o cualquier energía negativa. Con los dedos hacia abajo es un amuleto que atrae la buena suerte, riqueza, el amor a tu vida y la fidelidad de tu pareja.
Este símbolo es también utilizado como un constante recordatorio de que Dios existe y está siempre atento a nuestras peticiones y al portarla se expresa el más grande deseo de recibir todas sus bendiciones.